El régimen chino puede haber realizado secretamente un pequeño ensayo nuclear, lo que podría suponer una violación de un pacto internacional que prohíbe tales pruebas, dijo el 15 de abril el Departamento de Estado de EE.UU. en su revisión de 2020 del cumplimiento internacional de los acuerdos de control de armas.
El hallazgo, reportado por primera vez en The Wall Street Journal, podría dañar aún más las relaciones ya tensas entre Washington y Beijing, en medio del escrutinio de Estados Unidos sobre el manejo por parte de China del virus del PCCh (Partido Comunista Chino), comúnmente conocido como el nuevo coronavirus.
Como The Epoch Times informó anteriormente, los funcionarios del Partido Comunista Chino sabían que el virus había aparecido en Wuhan a principios de diciembre, pero ocultaron esta información vital y la verdadera escala del brote, arrestando a quienes intentaron advertir sobre el peligro y empleando la rigurosa censura del régimen para evitar la cobertura de los medios y eliminar cualquier mención en las redes sociales.
Aunque el informe del Departamento de Estado no proporciona pruebas específicas de que China está violando la prohibición internacional de pruebas nucleares, cita acciones que “plantean preocupaciones” de que podría no estar cumpliendo con la prohibición de pruebas de armas nucleares de “rendimiento cero”. Esas preocupaciones se derivan de un “alto nivel de actividad” que China ha mantenido en su sitio de Lop Nur en 2019, mientras que los funcionarios dijeron que podría estar preparándose para operarlo todo el año.
También mencionó el uso por parte de China de cámaras de contención de explosivos, evacuaciones extensas en el sitio y la falta de transparencia como nuevas señales de advertencia.
“La posible preparación de China para operar su sitio de prueba de Lop Nur durante todo el año, su uso de cámaras de contención de explosivos, extensas actividades de excavación en Lop Nur y la falta de transparencia en sus actividades de ensayos nucleares, lo que ha incluido bloquear frecuentemente el flujo de datos de las estaciones del Sistema Internacional de Monitoreo (IMS) para el Centro Internacional de Datos, operado por la Comisión Preparatoria de la Organización del Tratado de Prohibición Completa de Pruebas Nucleares, plantean inquietudes con respecto a su adhesión la norma de “rendimiento cero” a la que se adhirió Estados Unidos, el Reino Unido, y Francia en sus respectivas moratorias de ensayos de armas nucleares”, dijo el informe.
El informe continuó citando nuevas preocupaciones sobre la posible violación de China de la Convención de Armas Biológicas (BWC, por sus siglas en inglés) al participar “en actividades biológicas con una posible aplicación de doble uso”. Observó que “Estados Unidos no tiene información suficiente para determinar si China eliminó su programa de guerra biológica evaluada, como lo requiere el Artículo II de la Convención”, debido a su falta de apertura y transparencia.
“Estados Unidos continúa observando que las declaraciones voluntarias para la BWC que China ha presentado no han documentado ese programa ofensivo, ni han documentado que China haya eliminado el programa o las municiones biológicas restantes, de acuerdo con el Artículo II de la BWC”, dijo el informe.
Las pruebas con cualquier nivel de rendimiento de explosivos nucleares fueron prohibidas en 1996 por el Tratado de Prohibición Completa de Pruebas Nucleares, que China y Estados Unidos firmaron y dicen que están cumpliendo. Sin embargo, ninguno de los países ha ratificado el tratado y, en parte como resultado, el acuerdo no ha entrado en vigor.
Una portavoz de la Organización del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares, que verifica el cumplimiento del pacto, dijo a The Wall Street Journal que no ha habido interrupciones en las transmisiones de datos de las cinco estaciones de sensores de China desde finales de agosto de 2019, tras una interrupción que comenzó en 2018.
Las transmisiones de datos se interrumpieron anteriormente, dijo, pero ese fue el resultado del proceso de negociación entre la organización CTBT y el régimen chino sobre los arreglos para poner en funcionamiento las estaciones.
El informe del Departamento de Estado se produce cuando el presidente Donald Trump tiene la intención de iniciar conversaciones sobre armas nucleares con Beijing, con la esperanza de negociar un nuevo acuerdo que también incluya a Rusia y cubra todas las armas nucleares. El nuevo acuerdo reemplazaría el nuevo tratado 2010 START entre Washington y Moscú que expira en febrero de 2021.
China, que se estima que tiene alrededor de 300 armas nucleares, ha rechazado repetidamente la propuesta de Trump, argumentando que su fuerza nuclear es defensiva y no representa una amenaza. Pero la acumulación militar de Beijing, en la región de Asia y el Pacífico, ha alarmado a los aliados y responsables políticos de Estados Unidos.
Con información de Reuters.