Los israelíes que estén totalmente vacunados o que se hayan recuperado del virus están exentos de la cuarentena, pero todos los demás deberán aislarse en casa llevando un dispositivo o en un centro estatal.
Las autoridades sanitarias han descrito los brazaletes electrónicos como una parte clave de la estrategia para evitar que las nuevas variantes del coronavirus procedentes del extranjero se propaguen en el país. Sin embargo, más de un mes después de que Israel volviera a abrir sus cielos para sus ciudadanos y de que la Knesset aprobara la legislación para permitir el despliegue de los dispositivos, el despliegue aún no ha comenzado.
El brazalete no puede controlar ningún detalle de la persona que lo lleva, excepto si respeta las normas de la cuarentena, dijo el presidente y director general del Consorcio de Computación de Alto Rendimiento COVID-19, Ordan Trabelsi, al Post a finales de febrero, poco antes de que se iniciara un piloto con unos 100 brazaletes electrónicos.
El piloto tuvo lugar en la primera semana de marzo. Según la empresa, las pulseras tuvieron una gran demanda, y más del 91% de los viajeros que llegaban al aeropuerto optaron por el programa. La recepción del programa fue positiva, y estuvo acompañada de un alto índice de satisfacción.
El martes, un portavoz dijo que tienen 5.000 kits listos para ser desplegados en cuanto el gobierno lo desee.
Según el esquema aprobado por la Knesset, los niños menores de 14 años no van a estar obligados a llevar una pulsera de cuarentena en casa, mientras que los adultos podrían estar exentos en función de cada caso por razones humanitarias especiales.
Fuente: The Jerusalem Post