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Omar Jerez y Julia Martínez denuncian la distorsión que se ha hecho de la figura del revolucionario argentino, mitificado por Pablo Iglesias.
Se valen del arte para azotar conciencias. Los artistas Omar Jerez y Julia Martínez denunciaron en Alsasua “la involución humana” de los que agredieron a los guardias civiles, se enfrentaron a la Camorra en pleno corazón napolitano y se jugaron su integridad física en la frontera entre las dos Coreas para dejar en evidencia el régimen dictatorial. Sus acciones transgresoras, que documentan a través de una cámara, les han convertido en referentes del arte crítico en España.
Esta semana han vuelto a actuar con la performance Blanqueamiento criminal con la que han tratado de mostrar al mundo la verdadera cara del Che. A raíz de la conmemoración del aniversario de la muerte de Ernesto Che Guevara el pasado 9 de octubre, fecha que no pasa por alto para el vicepresidente del Gobierno Pablo Iglesias, los artistas se preguntaron si es el argentino el personaje más blanqueado de la historia.
“Pablo Iglesias felicita cada año a un criminal homófobo, racista y machista, y son apelativos basados en hechos documentados. En el mundo del arte es difícil encontrar a alguien que critique a Iglesias y casi imposible a alguien que critique al Che. Debíamos dar un paso y hacer un ejercicio reflexivo”, explica a Libertad Digital Jerez.
La icónica imagen del Che ha logrado ser un símbolo universal y su discurso es emblema de la libertad de los oprimidos y esto, dice el joven, hay que cambiarlo. “El problema es que se lee muy poco. Si lees la biografía del Che, te horrorizas. Era un genocida que creó un campo de concentración junto a Raúl Castro, basado en el modelo búlgaro, para homosexuales y católicos. Era un fanático peligroso, deplorable. Mató extrajudicialmente a sus supuestos oponentes y a miembros de su propio ejército, porque consideraba que no eran fieles a la revolución; fue ministro de Economía con Fidel Castro y no sabía ni contar. A su padre le dijo que la sensación de matar le gustaba y la llevó hasta sus últimas consecuencias”, critica el artista.
Ese personaje idealizado, describió en su diario personal a los negros como “esos magníficos ejemplos de la raza africana que han mantenido su pureza racial gracias a su falta de afinidad al baño“.
En esta época de continua revisión del pasado y de las esculturas que lo conmemoran, parece “injusto” que la “figura vergonzosa” del Che tenga en España, al menos, tres lugares que le homenajean: hay un mural en Marinaleda (Sevilla), el pueblo de Sánchez Gordillo; una escultura gigantesca en un barrio gallego; y un busto en una localidad madrileña. En Blanqueamiento criminal, los artistas se trasladaron a Leganés para ejercer “una reflexión crítica y directa” con la que denunciar la construcción del falso mito. “No dañamos la estatua, por supuesto. Simplemente, la cubrimos de plástico blanco para que la gente se preguntase por qué el busto era blanco y así poder decirles: ‘Eso blanco es lo que veis continuamente, al Che guerrillero que lucha contra los ricos y por los oprimidos, al hombre preocupado’. No ven la realidad. Nos gustaría que sirviese para que se preguntasen por qué hemos hecho eso al Che y descubrieran su rostro real”.
“Para que los ciudadanos cambien su pensamiento, necesitamos que periodistas, historiadores, escritores y artistas muestren su verdadera cara. Hay que colocar a este personaje donde debe estar, tratado como un criminal, genocida, cobarde, traidor y homófobo. Hay que desmitificarlo. Será un proceso de décadas”, reconoce.
En su performance, Omar Jerez y Julia Martínez no han estado solos, sino que han contado con la colaboración del artista vasco Aritz Martín. “Quisimos contar con él porque es homosexual y de izquierdas. Era nuestra oportunidad para mostrar que la izquierda no tiene por qué ser sectaria y Aritz Martín tiene claro que el Che era un malnacido y que él hubiera sido recluido en un centro de concentración para ser reeducado, un lugar del que muchos no salieron vivos”.
“El capitalismo pop ha convertido al Che en merchandising”, bromea Omar. “Veo a chicos jóvenes con camisetas y cuando me acerco educadamente para explicarles quién era y le explico que exterminaba a homosexuales, no se lo pueden creer. Me acerco desde un activismo pacifico, con una faceta pedagógica. Ver en una manifestación LGTBI a chicos con la camiseta del Che Guevara es como ver a un hebreo con estandartes del nacionalsocialismo, es una contradicción total”.
Omar Jerez y Julia Martínez creen firmemente en el valor del arte y las performances para lograr un mundo mejor, valiéndose de ironía, valentía y mucho ingenio. Su intención es buscar la reflexión social, prescindiendo para ello de financiación pública.
Te recomendamos escuchar el siguiente Podcast referente a éste tema.
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