La noche del 4 de septiembre, Kellie Stanley y Sean Matthews estaban en una tranquila cena fuera de su casa en Carolina del Norte. Pero la serenidad se esfumó cuando recibieron la llamada desesperada de una vecina que les dijo que la entrada de su casa se estaba incendiando.
Desafortunadamente el fuego se esparció rápidamente, y la pareja temía lo peor, ya que en su casa estaba Memphis, su perro de 13 años.
“Probablemente estábamos a 10 minutos de casa y podíamos ver el humo negro en el aire”, dijo Stanley en entrevista a Fox
La escena no podía ser más desesperanzadora, y más tarde el jefe de bomberos diría que era pérdida total. Pero al igual que en muchas tragedias, cuando el corazón de ayudar emerge en las personas, los vecinos de la pareja rescataron a Memphis, intentaron cortar las líneas de gas para evitar una explosión, y además trataron de mitigar el fuego con mangueras de jardín, algo que conmovió profundamente a Stanley.
“El solo ver que nuestros vecinos se unieron para tratar de salvar nuestra casa y salvar a nuestro perro, no se puede expresar con palabras”, recordó Stanley.
El incendio movilizó a varios camiones de bomberos y más de 100 personas en el vecindario, entre amigos y familiares, que llegaron a expresar su apoyo, dijo Stanley a Inside Edition.
Luego de 6 horas para apagar completamente el incendio, el Departamento de Bomberos de Fuquay-Varina permitió a Stanley y Matthews entrar a la casa consumida por el fuego, para que pudieran recuperar cualquier cosa que se hubiera salvado de las llamas.
Sin que Stanley se percatara, Matthews recuperó el anillo de compromiso que guardaba en una caja fuerte a prueba de incendios. Y para sorpresa de la joven, su Biblia sobrevivió al fuego.
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